viernes, 11 de diciembre de 2015

¿PERMISO PARA AGREDIR AL PERSONAL PENITENCIARIO?

Ayer el BOE santificó, lo que probablemente sea la mayor agresión sufrida por el personal penitenciario, es cierto que prácticamente cada día hay alguna agresión violenta, las de palabra o gesto, son continuas, pero que quien tiene la responsabilidad y la obligación legal de velar por un trabajo seguro sea quien te excluye de la protección contra esas agresiones, es con diferencia más agresión que la que podamos sufrir en cualquier modulo.

No cabe duda que la cultura de la gestión carcelaria tiene un fuerte tufillo a rancio con impregnación de lo marginal y aliñado con el  toque de la  arrogancia y la prepotencia que da la mediocridad, pero de ahí a tratar de justificar que el personal penitenciario se queda sin protección frente a las agresiones, porque para eso ya tiene unas retribuciones superiores a las de su grupo, es sencillamente una inmoralidad que denota la catadura de quien se esconde tras estos argumentos. Saben sobradamente, que en esas retribuciones no entra ninguna agresiones, entran turnos, noches, estrés, responsabilidad, insalubridad, enfermedades infecto contagiosas, y debería de entrar el sufrir estos gestores sin corazón y sin gestión


En España, mientras no se cambie la legislación y se contraponga a la europea, el trabajador, la trabajadora, cualquier trabajador, de cualquier ámbito, tiene derecho al ejercicio de su trabajo protegido contra los riesgos del mismo, en primer lugar eliminándolos y si no es posible, evaluándolos, previniéndolo y protegiendo al fin. Y eso lo dice la Ley concretamente la 31/1995 y ninguna nómina puede cambiar eso.

Los gestores penitenciarios siempre han negado la necesidad de contar con ningún plan de prevención contra las agresiones en Instituciones Penitenciaras, lo han argumentado con el soliloquio de que para eso existe el régimen disciplinario y que se sancionan estas conductas delos presos contra el personal penitenciario. Por eso impiden que el servicio de prevención investigue las agresiones, los mismos responsables que no previenen que las agresiones se produzcan, investigan porque se han producido, es la perversión más absoluta.

Esto denota la verdadera naturaleza del problema, con esta posición nos están diciendo que el personal penitenciario no tiene derecho a la aplicación de la legislación en vigor en materia de prevención de riesgos laborales, y que tampoco tiene derecho a la protección de su salud frente a los mismos. Lo saben, pero tratan de mantener en la ignorancia al personal, ningún régimen disciplinario, ninguna sanción, cabe dentro de la prevención y la legislación de riesgos laborales. Las medidas regimentales, son eso, medidas para mantener el orden del sistema penitenciario, en ningún caso tienen nada que ver con la prevención de los riesgos del trabajo, de los que deben de ser protegidos todo el personal penitenciario.

Fruto de la insistencia de años y del oportunismo político electoral del momento, se ha producido un protocolo eufemísticamente denominado contra la violencia en el trabajo, muy básico, de mínimos, para enfrentar la creciente tendencia a las agresiones que padece el personal de la Administración General del Estado. Se cocinó a fuego rápido, había prisa por presentar medidas “para los funcionarios” durante la campaña electoral, cosas que borren cuatro años de agresiones del Gobierno contra derechos y poder adquisitivo, desde el inicio Función Pública dejo fuera a Instituciones Penitenciarias, obviamente sin el menor reparo de argumentar técnicamente ninguna razón, es difícil explicar porque el personal de Instituciones Penitenciaras no tiene derecho a la protección de su salud.

Urgía sacarlo ante el apremio electoral y consiguieron la activa complicidad de CSIF y la pasiva de UGT, con la oposición de CCOO. Porque lo que ningún firmante ha explicado es como en algo tan de mínimos y básico no se incluye a prisiones y luego se pretende hacer algo mucho más potente solo para prisiones, la palabra burla es lo menos que puede venir a la mente en estas circunstancias. Con la mayoría que les da la suma de CSIF y UGT lo aprobaron en la Comisión Técnica de Prevención de Riesgos y en la Mesa General de Negociación de la Administración General del Estado.

Que la Administración  (sus gestores, tienen nombres y apellidos no son un ente) no le da ningún valor al trabajo del personal penitenciario es sobradamente conocido, que la salud y el deterioro por trabajar en prisiones se la trae al fresco, es reiterativo, con centros sin personal, sin salud, sin derechos y que cuando por razones del trabajo no servimos, se nos jubila (con importantes pérdidas retributivas) en el mejor de los casos y siempre al cajón de los trastos inútiles en todos los casos.

Lo que ya es más difícil de entender es como autoproclamados sindicatos, defensores del personal penitenciario, votados por el personal penitenciario, y apoyados económicamente pro el personal penitenciario, pueden votar en contra del interés más básico de ese personal penitenciario, el interés por la integridad y la supervivencia. Porque todos conocemos que hay más de 400 agresiones graves al año, que el 90% de las agresiones graves de la AGE se dan en prisiones y que el 70% de las mismas son nuestras.

CSIF y UGT nos deben una explicación, porque el personal de prisiones tenemos menos valor que el resto de personal de la AGE, porque avalan privarnos de derechos que la Ley nos otorga, porque tienen el cinismo de rasgarse las vestiduras en los centros con las agresiones si luego apoyan al Gobierno para dejarnos sin protección frente a ellas. Esperemos que sea por algo más que el hecho de no lleguen las agresiones a las sedes de estos sindicatos.

Tiene la obligación de explicarnos, y eso no es contarnos de nuevo el cuento chino de que están negociando un protocolo solo para prisiones, todos sabemos que es falso, la Subdirectora General de Recursos Humanos, ya se lo dijo claramente, no hace falta ningún protocolo en prisiones.

Frente a la inmoralidad cómplice de permitir que sigan las agresiones contra el personal penitenciario, CSIF y UGT justifican y apoyan al Gobierno excluyendo a prisiones, con lo que las agresiones se seguirán incrementando, a costa de la vida y la salud de muchos compañeros y compañeras.

¿Tendrán tragaderas los dirigentes de UGT y CSIF en prisiones de mirar para otro lado mientras nos siguen agrediendo? Tal vez el cinismo lo pueda todo y en la siguiente agresión, en el siguiente centro, sacaran su nota de protesta enérgica, contra su propia complicidad


11 diciembre de 2015