martes, 7 de marzo de 2023

PRISIONES, EL MEJOR ACUERDO POSIBLE, HISTORICO, SIN DUDA

 Hemos empezado el mes con la agradable sorpresa, de que la siempre soñada mejora retributiva para el personal penitenciario, veía la luz con el Acuerdo Marco para la Modernización de la Administración del Siglo XXI que firmaron UGT y CCOO con el Gobierno

No ocultare que reinaba en mi interior la incredulidad y el desencanto de lo tantas veces anunciado, de tantas cifras manoseadas, de fechas inconclusas y también de escuchar cada día en mi puesto de trabajo que era otra milonga de los “sindicatos”

Hemos pasado de los que se cuestionaban todo, de quienes abiertamente intentaban evitar mejoras, de las palabras estridentes del a mí no me representan, y tantas otras expresiones denegación y fracaso. Ha enarbolar la bandera de los agravios personales, del grito desgarrador porque mi trozo de tarta es más pequeño que el trozo del que está en el otro lado.

Así es nuestra naturaleza humana, despreciamos lo que no tenemos y, nada hacemos para conseguirlo y avariciamos lo que nos llega del trabajo que hemos denostado.

Pero no es tan mala esa situación, es una buena señal, significa que lo que firmaron el primer día de marzo en la Comisión de Seguimiento del Acuerdo Marco, nos conviene a todos y, todos queremos tener la mayor parte de la tarta posible en ello.

Antes de entrar en lo que significa el Acuerdo de Prisiones deberíamos dedicar unos instantes a reflexionar sobre cómo se consiguen las mejoras laborales, porque existe una creencia generalizada, que es como si estuviéramos en un supermercado, recorriendo el lineal y poniendo en nuestra cesta sindical lo que se nos apetece, para salir sin más. Nada más lejos de la realidad.

Negociar mejoras laborales exige en primer lugar que las peticiones estén sustentadas objetivamente. Deben además de venir acompañada por un respaldo fuerte y decidido de los funcionarios. Además, debe de hacerse cuando las posibilidades políticas, económicas y sociales lo acompaña. Y siempre, es necesario que la contraparte, en este caso la Administración, también gane con la negociación.

Y los resultados parecen indicar que todo eso se ha hecho razonablemente bien, porque a pesar de ser un parto extremadamente largo, todos queremos lo que se ha conseguido, incluso estiran la mano quienes no cesan de desacreditarlo y vaciarlo de valor.

La presión y la negociación van de la mano siempre, pero hay que saber combinarla en la dosis precisa para no embarrancar los objetivos

Conseguir un acuerdo económico a mayores del acuerdo económico retributivo para todo el personal público de las Administraciones, es un logro impresionante y así hay que reconocerlo.

Porque no solo somos un colectivo excepcional en ese tratamiento entre el personal público, es que además se produce en las condiciones más hostiles posibles: Una crisis especulativa disparada que lleva la inflación a niveles insostenibles. Una guerra en Europa que condiciona política y económicamente cualquier decisión de Gobierno. Una división parlamentaria donde las políticas de Estado para el mundo penitenciario han desaparecido para dejar paso a la burda instrumentalización de las demandas del personal de prisiones para utilizarlo como arma arrojadiza contra el otro, pero sin resolver ninguno de sus problemas.

El acuerdo además de la virtualidad del momento en el que se ha conseguido. Tiene otro elemento a destacar, es un acuerdo para TODO EL PERSONAL, todas conocemos que existen muchas cuestiones de colectivos sin resolver, pero pretender que lo particular se resuelva con el esfuerzo colectivo es excesivamente utópico. El acuerdo es una mejora retributiva importante para todo el colectivo penitenciario, lo que evidentemente debería ser un motivo de satisfacción

El Acuerdo es sin lugar a dudas histórico, nunca se ha obtenido un incremente extraordinario general de esta dimensión para el personal penitenciario.

Y se ha cerrado con una interlocución plural, dónde Hacienda, Interior, SGIP y Función Pública eran la parte de la Administración, pero donde no necesariamente había los mismos intereses ni muchos menos las mismas perspectivas para cerrar un Acuerdo. Y el papel de la SGIP está más que en entredicho a la vista de las dificultades de falta de información o el fleco de la Entidad que aún no se ha cerrado y que deseo se haga lo más pronto posible por lo que me va en ello.

Ha sido un acierto sindical centrar la reivindicación en Función Pública, ahí se fracasó en el 2018 y ahí se acertó en el 2023, porque tratar de eludir a los responsables competenciales de la situación de los empleados públicos puede ser un costoso error de cálculo.

La Administración, en general, ha acertado cerrando este acuerdo, porque tiene la autoridad moral para planificar la modernización penitenciaria en el marco del mandamiento legal vigente.

En los “sindicatos” en general, pues tenemos de todo. No puede decirse lo mismo de los firmantes que de los nos firmantes

UGT_Acaip y CCOO ha recorrido el camino de la negociación y con ello el desgaste de la crítica permanente, negociación que me imagino compleja y difícil por los interlocutores y la diversidad que había que afrontar. El éxito es haberla culminado, contra las ingentes fuerzas de toda índole que buscaban evitar que prisiones tuvieses este reconocimiento.

Se puede criticar la “redondez” y los flecos del Acuerdo, pero no tengo la menor duda que pasaran muchos años antes de una mejora como esta, que nos sitúa de nueve categorías a tres de centros con subidas significativas para todas las áreas y, en el caso de algunos centros dan salto cualitativo y cuantitativo muy generoso, como puede ser el caso de Ceuta, Cáceres o Lanzarote.

En el caso de CSIF, ha sido inteligente y a pesar de un retorica contra todo, en la práctica con su pragmatismo se ha adherido al Acuerdo marco para un Administración del siglo XXI, que es donde se ha negociado el Acuerdo, y acabando ratificando el Acuerdo de CCOO y ACAIP en la Mesa de la AGE.

Del resto poco que decir, ruido, más ruido, y siempre ruido. Nunca hay ninguna opción para que el personal mejore, son un “agit prop” de la oposición partidaria, instalados en la negación por la negación, luchando contra las mejoras que nos benefician a todas.

Por eso no entiendo porque critican las mejoras, quienes raudos se han apresurado a decir que las van a coger, y, menos aún, que se manifiesten contra los sindicatos firmantes de nuestras mejoras el día 21 en Madrid. Algo no va bien cuando el enemigo es tu compañero, se lo deberían de mirar TAMP y APFP

Y de todos los grupos y grupúsculos corporativos de categorías laborales, alimentados por el Sr Ortiz, una vez más se demuestra su absoluta inutilidad como lobby de presión, pues no existen para el marco jurídico de la negociación y su condicionamiento queda diluido cuando prevalece el interés general

Los números se los dejo a los firmantes y a Hacienda, que sin duda los manejan mucho mejor que yo. Pero no quiero acabar mi reflexión, sin mostrar un gesto mínimo como trabajadora de prisiones. Quiero dar las Gracias a CCOO y a ACAIP por el gran acuerdo que han negociado, y agradecerlo especialmente a Jose Ramón y Silvia que estoy segura no habrán pasado buenos momentos. También quiero agradecer a CSIF su responsabilidad sumándose al acuerdo, decisión en la que Jorge seguro ha tenido mucho que decir.


PD. No os olvidéis de lo mío, arreglar lo de la Entidad, que el Sr. Tascón asuma responsabilidades