viernes, 20 de julio de 2018

LOS MAGOS DE ORIENTE TAMPOCO LLEGAN EL 24 DE JULIO A PRISIONES


Recientemente una parte de las organizaciones sindicales que operan en el ámbito de Instituciones Penitenciarias se han reunido con el Ministro del Interior, Grande-Marlaska, dentro de las reuniones que desde el nuevo equipo Ministerial se están efectuando con las diferentes organizaciones de todos los departamentos del Ministerio

Lo que era, y fue, un encuentro de carácter protocolario y buenas formas (se echaban de menos ante las ultramontanas de la anterior Administración) dentro de las relaciones laborales ante un cambio de equipo de gestores, para ciertos sectores del colectivo laboral penitenciario se aprovecho para presentarlo como un hito en el camino a conseguir las reivindicaciones y  por las que nos hemos movilizado y, otras por las que no nos hemos movilizado y que presentan como objetivos de máximos inexcusables

Es a actuación no es en absoluto nada inocente o fruto del infantilismo y falta de contacto con la realidad de las relaciones laborales que se puedan padecer entre nosotros, al contrario, responde a una estrategia de extender la frustración y el desarraigo hacia lo sindical entre las plantillas, se generan expectativas, emocionales, utópicas, maximalistas, sin ningún criterio económico, político o técnico que obviamente no van a tener la respuesta a les demanda generada artificialmente y permitirá otra nueva campaña anti-sindical, anti-institucional y anti-sistema de un populismo de extremistas de derecha.

De los que se conoce, mas allá de la propaganda que cada organización sindical pone en sus comunicaciones, de la reunión con el Ministro, hay bastantes claroscuros, como no podía esperarse de otro modo.

Parece ser que tienen conciencia de que sin personal penitenciario no puede haber servicio público en prisiones y que tampoco puede haber cumplimiento del mandato Constitucional de la reinserción, por lo que es de esperar un esfuerzo en ese campo del empleo público (un sindicato se atrevió a poner una cifra, y evidencio su ridículo al subirla por encima la Administración el planteamiento), que seguramente no alcance, de un primer impulso el déficit estructural existente (3400 plazas) y que esperemos afronte con seriedad abordar la perspectiva de una salida masiva de personal en los próximos años por la vía de jubilaciones.

En cuanto a la organización y la estructura para llevar a cabo su proyecto de modelo penitenciario se muestran claramente conservadores, pocos cambios y muy despacio, ajustes estéticos, como el de la Inspección Penitenciaria cambiando su nombre, pero poco más. Realmente frustrante cuando hay direcciones que además de reinos de Taifas, son paradigmas de la negligencia y del más puro estilo de tiranía oriental en las relaciones laborales.

En la cuestión que más nos ocupa y preocupa a todas, la retributiva, el corsé está demasiado apretado por la coyuntura, interna, externa y de relaciones interministeriales, eso sí buenas palabras de reconocimiento y buena voluntad se manifestaron, pero claro conceptos como mejora, son demasiado etéreos y volátiles como para configurar un punto de optimismo racional. En ese sentido parece una buena iniciativa la de la Plataforma de Acaip, CCO y UGT de pedir que el 24 se les haga una contrapropuesta valorada económicamente a la que ellos han realizado. Toca esperar a conocer los márgenes presupuestarios en esta materia, que obviamente estará condicionada a los presupuestos de 2019, pero que es más que probable que no colme las expectativas ni de unos, ni de los otros, pero fundamentalmente de nosotras.

Como no puede ser de otro modo en el marco legal de negociación colectiva sustentado sobre la interlocución entre las partes sobre la base de la representatividad, el papel de las organizaciones sindicales es esencial.

La mayoría sindical, articulada en torno a la plataforma de CCOO, UGT y ACAIP han presentado una propuesta de negociación bastante sólida, en principio por dar respuesta a demandas para TODO EL COLECTIVO y por otra parte además de las líneas argumentales, por tener un sostén técnico muy elaborado. En su contra constan el hecho de que significa abordar un cambio conceptual del modelo retributivo en Instituciones Penitenciaras, objetivando lo que es común, y señalando lo que es particular, es decir igualar retributivamente cada categoría laboral, con independencia de la geografía donde se desempeñe, además de ser una opción moral y sindical virtuosa, ayudaría a eliminar ayudaría a eliminar la división del colectivo  y a evitar que se articulen más corporativismos internos artificialmente creando capas elitistas sin funcionalidad real diferenciada.  Donde generara las reticencias de la administración es en abordar los elementos diferenciadores de la actividad de esa categoría, lo primero por las dificultades de fijar los mismos, País Vasco, carga de trabajo, peligrosidad, riesgos, aislamiento geográfico, distancias, ectra. Siempre serán campos de batalla del sí o no, pero parece una apuesta atrevida y digna de ser discutida sin ruido de fondo.


El otro actor con capacidad de intervención en las mesas de negociación es Csif, esta organización mantiene una actuación sindical con el objetivo electoral del próximo año muy marcado en lo que hace. Ello explica que, tras incluir propuestas suyas en el acuerdo de la plataforma sindical, se bajara en marcha para abrazarse a la equiparación con Cataluña, luego con las autonomías y ahora con un referéndum.

Csif en IIPP es una organización que se viene caracterizando por presionar para incluir sus postulados, para posteriormente no firmar lo que ha construido con los demás, salvo su firma del protocolo contra Agresiones, son escasas las firmas de Csif a algo en Instituciones Penitenciarias.

Su propuesta de equiparación con Cataluña, es tan legítima como cualquier otra, además es más simple de explicar, no hay que documentar nada, simplemente manifestar que “yo quiero lo mismo que el de la mesa de al lado”, pero siendo cierto eso, no es menos cierto que tiene dudas algo más que razonables en su propuesta y a las que no puede responder con la ambigüedad y tópicos de consignas vacías como lo viene haciendo.

Tiene que explicar con todo lujo de detalles como afecta su propuesta a TODO EL PERSONAL DE PRISIONES, para que cada cual nos conformemos nuestra opinión desde la realidad. Es decir, tiene que decir con que personal de Cartaluña y como equipara al PERSONAL LABORAL, el personal laboral parece que es algo que Csif está dispuesto a sacrificar en la negociación. Lo mismo debe de hacer con el PERSONAL DE OFICINAS, e igualmente con los SANITARIOS, son elementos que debe esclarecer y que no puede mantener ocultos por estrategia electoral, porque todo este personal se merece el respeto de saber la verdad.

Partiendo de la idea de que ambas propuestas son igual de legítimas, es necesario que las dos no tienen igual valor negociador, insistir de nuevo que nuestro modelo de relaciones laborales se basa en criterios de representatividad de los agentes que negocian los acuerdos. Esa y ninguna otra es la legalidad vigente.

Csif se pasó al bando de la minoría cuando abandono voluntariamente el acuerdo del 11E, y tiene todo el derecho, pero no puede confundir a las plantillas, con el intento de ocultar que está en minoría con un pretendido referéndum vinculante entre las mismas, ese no es el marco legal existente, ellos pueden consultar a sus afiliados, a las plantillas para que opinen sobre lo que quieran, pero no pueden determinar la mesa de negociación con ningún referéndum, pues la mesa de negociación se articula con los criterios de la legalidad vigente, a los que son ajenos los referéndums para determinar la negociación de una mesa. Así lo hizo Csif, cuando firmo el protocolo de agresiones en la mesa de la Age, amparándose en contar con el apoyo de la mayoría de la mesa.

La MAYORIA SINDICAL lo es en función de la legalidad vigente, no en función de una proclama propagandística electoral, porque la representatividad reconocida desde la ultimas elecciones sindicales así lo dice y por ello es seguro que desde el Ministerio no se va a iniciar ningún movimiento que altere esa legalidad, y negociara de buena fe con la mayoría de la parte social y con su propuesta sobre la mesa, que es la que concita más apoyos. Con la participación de quienes no la comparten dentro de esa parte social, como no puede ser de otro modo.

Csif en su acelerón de campaña electoral probablemente se haya pasado de frenada y abandonar la mayoría le aísla a la hora de introducir propuestas, máxime con las políticas de hostigamiento y confrontación con esa mayoría sindical, su acercamiento hacia sectores más radicalizados y extremistas hace que dejen un hueco grande entre la centralidad y racionalidad mayoritaria en el colectivo, que no entiende por ejemplo que después de todo lo que ha pasado se pida el mantenimiento de directores y gestores de la sgip como punto central de sus demandas, le acabara pasando factura, como paso con el protocolo que protege a los mandos y no a los funcionarios.

Finalmente, de los datos que se han ido desgranando, parece ser que el 24 no hay que esperar especiales propuestas y que los tiempos de negociación que se manejan desde el Ministerio están orientados a acotar los espacios de negociación con el pretexto del parón vacacional y así poder forzar un punto de encuentro con poco tiempo para la respuesta, a una propuesta que tratará de parapetarse detrás de una buena oferta de empleo, pero que será manifiestamente insatisfactoria retributivamente.

De confirmarse esa hipótesis, lo razonable es que tanto la Mayoría Sindical como Csif avancen a las plantillas que movilizaciones y respuestas van a dar, partimos de la idea que no hemos abandonado nuestras demandas, que no tenemos agredidos, lesionados, detenidos para una respuesta de mínimos.

Estaría bien tratar de abandonar extremismos y tender puentes de encuentro entre los sindicatos, incluyendo, porque no, a los que no tienen la representatividad para negociar, aunque sean de mínimos, pero tampoco hay que dramatizar el asunto, hay una mayoría suficiente para negociar y sobre eso hay que hacer la pedagogía, intensificar la participación del colectivo y cohesionarnos para defender nuestras reivindicaciones.

Definitivamente cabe concluir que los Magos de Oriente no llegaran el 24 de Julio a prisiones, la magia la deberemos de poner el colectivo, con más presión, más rigor, y más cohesión reivindicativa y de movilización.

Porque no avanzar, siempre es retroceder, hay que dar pasos, aunque nos parezcan cortos